domingo, 24 de mayo de 2015

DECLARACIÓN COLECTIVO QUILLAHUAIRA ANTE ESTOS TIEMPOS DE REPRESIÓN



Han sido días tristes, llenos de amargura, rabia y pena. Dos estudiantes fueron asesinados durante la segunda marcha estudiantil convocada por la CONFECH y por diversas organizaciones sociales y políticas, Ezequiel Borbarán, 18 años, y Diego Guzmán, 25 años. Fueron baleados en plena Plaza Victoria, Valparaíso, por Guiseppe Briganti. En tanto en la USACH un estudiante, Luciano Debrott, fue agredido por Fuerzas Especiales de Carabineros, quienes le lanzaron una lacrimógena a la cara. Producto de dicha agresión, Luciano estuvo a punto de perder su ojo. Posteriormente, en el marco de la marcha realizada este 21 de mayo en Valparaiso, otros dos jóvenes son nuevamente agredidos por Carabineros de Chile: Paulina Estay y Rodrigo Avilés. Rodrigo actualmente mantiene en estado grave y en coma inducido.

Nos duele, nos hiere, nos enoja lo que está pasando. Son signos de una violencia generalizada y posicionada desde el estado actual de cosas, de una economía, de un sistema de vida y de una forma de hacer política que nos reprime.

Estos últimos hechos no son más que una continuidad de lo que se ha vivido en estos años, de la violencia estatal en la Wallmapu, de la criminalización tanto de los movimientos sociales como de las demandas y reivindicaciones por educación, salud, vivienda, tierra y agua para todas y todos.

A nuestro modo de ver, tanto el asesinato de los estudiantes como la agresión a Luciano, Paulina y Rodrigo, son parte de una misma historia, de un modelo de sociedad mercantilista, individualista, represora, y está bien decirlo: capitalista, que nos enajena de nuestra propia humanidad. Se siente muy fuerte la huella de la normalización de la violencia que heredamos quienes crecimos en Dictadura y quienes crecieron y crecen en este amago de democracia. Basta con leer los comentarios reaccionarios que circulan en la prensa. En Chile, aún existe gente que justifica la violencia como un mecanismo de control social, al igual que en los viejos tiempos, y que hoy se hace presente en lo cotidiano. No podemos acostumbrarnos a este estado de las cosas.

Si bien nuestra forma de lucha es la danza -como parte de las diversas formas de expresión político sociales- también lo es nuestra manera de relacionarnos y de construir otra realidad posible, desde donde habitar sin perder el cariño y la esperanza.

Es por eso que como colectivo Quillahuaira, llamamos a repudiar lo acontecido, a conversar del tema en múltiples espacios, a marchar, a protestar y a organizarnos. Los tiempos que vivimos no nos pueden dejar indiferentes, es necesario manifestarnos de alguna o de muchas maneras. Y sobre todo, es necesario que nuestras distintas forma de expresarnos y de luchar sean parte y estén en coherencia con la forma en la que nos situamos en este mundo, con la vida que vamos construyendo. Para que algún día no nos duela el país en que vivimos.


¡FUERZA RODRIGO!

¡JALLALLA!

jueves, 21 de mayo de 2015

PASACALLE NO ALTO MAIPO (este sábado 30 de mayo, Puente Alto)


DECLARACIÓN COLECTIVO QUILLAHUAIRA PARA ESTOS TIEMPOS (elaborado el 2014)



Como colectivo de danzas andinas pero además como organización sociopolítica, creemos fundamental reflexionar sobre los diversos hechos de criminalización de la protesta en Chile.
Somos un territorio diverso donde habitan múltiples culturas, con sus propias dinámicas, y desde esa multiplicidad nos hemos vinculado con la demanda histórica de los pueblos indígenas del norte y sur. 

El agua y el territorio son parte de su cosmovisión y constituyen un elemento fundamental de la vida, y hoy están en peligro.

Creemos legítimo el proceso histórico de recuperación de tierras por parte de comunidades mapuche, en la reconstrucción de su propia territorialidad, el Wallmapu, como lo hiciera el weichafe José Quintriqueo, así como también la lucha de comunidades aymara, quechua, linkanantay, coya y diaguita, por sus espacios territoriales.

En este sentido hoy nos cobra aun más importancia la defensa por los territorios sagrados, como el gñen mapu kintuante de Pilmaikén, donde se plasma el horizonte de luchas y de sueños de comunidades en resistencia.

Desde estas experiencias sabemos que la lucha por la defensa del agua va más allá de considerarlo un recurso, es la fuente de toda existencia (humana, vegetal, animal y espiritual), es la sangre de la Pacha Mama que se expresa en cada río, lago y mares, por ello nos sumamos a NO ALTO MAIPO.

Somos gente de la tierra, del agua, somos andinos y andinas, porque habitamos en Los Andes y respiramos desde sus pulmones.

Repudiamos los hechos de violencia en contra de quienes nos alzamos para defender nuestros derechos, y de modo particular en este momento lo acontecido a estudiantes, académicos/as y trabajadores/as de la Universidad ARCIS. Creemos profundamente en una educación para la emancipación, y no para la opresión, pero sobre todo en el derecho a manifestarnos frente a lo injusto, a lo que nos disgusta.

Convocamos a todas y todos a organizarte, a salir a la calle, a estrechar los lazos de solidaridad entre personas y colectividades, llamamos a danzar en el espacio público por la liberación de los pueblos y articular las diversas luchas que hoy se presentan, ya que nuestra lucha es por la vida.


Que sea en buena hora

JALLALLA !!!

SIN WARMIKUTI NO HAY PACHAKUTI